El paisaje, la distancia,
el idioma, el lenguaje, la enagua, aquel florero, los fusiles, la carpetita
tejida, las luchas, las ventanas, las esperas, los dolores, la esperanza, el
barco, el baúl, la máquina de coser…
Filomena y José;
Saturnina y Constantino; Justa y Julián;
Julia y Salustiano… y tantas otras y tantos otros. Que somos nosotras y
nosotros.
Poner en valor los
recuerdos, la memoria. Saber que de ahí venimos y hacia ahí vamos como un
espiral centrifugo de nuestra historia, de nuestros ancestros, de nuestra
estirpe. De nuestro pasado que ha caminado y sigue caminando terco hacia el
futuro.
Tanto la escritura como
la actuación de Mirta Mato tienen la potencia de lo autobiográfico. La emoción
de lo sanguíneo. La ceremonia del homenaje. Y la delicada dirección de Ana
María Bovo hilvana suavemente la trama como la mano de una abuela cose el
vestidito a su descendencia. El recorrido se desenvuelve entre las humildes
casas de Galicia, la oscura Argentina de los años setenta hasta el destello desesperanzado
del presente. Ese relato que gira en torno a esa “Naunan” que cruzó el océano
hace más de un siglo, se enarbola en homenaje no sólo a la abuela de Mirta sino
a todas las mujeres que realizaron trabajos invisibles y las actividades
domésticas que construyeron la base para una autonomía económica de la mujer.
La obra, inédita, fue seleccionada para la 17º Edición del Ciclo Teatro x la Justicia 2023, que cada año organiza el Teatro Tadrón. Y en ese espacio se ofrecieron diez funciones con entrada gratuita. El sábado 12 de agosto se aplaudió de pie la última función de este ciclo, pero el equipo ya está trabajando para reponer el espectáculo en algún espacio de la cartelera porteña. Estén atentos. Y en cuanto se anuncie el reestreno, no duden en reservar sus entradas para ingresar al recorrido de esta tierna memoria que conmueve, emociona e interpela.
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