En el derecho procesal existe la figura “generales de la ley”. Dice el código que es necesario que los jueces pregunten a los testigos de un hecho por su relación de parentesco, afecto o desafecto, o interés con los sujetos y asuntos sobre los que va a testimoniar; esto servirá a Sus Señorías para ponderar si cuestiones subjetivas afectan las declaraciones.
Bien, sabiéndome comprendido por las generales de la ley por motivos varios: lo admito y paso a comentar mi parecer sobre “BÁJAME LA LÁMPARA, Concierto de palabras” de Francisco Pesqueira.
Pesqueira bucea en la poesía de Alfonsina Storni, Idea Vilariño y Alejandra Pizarnik a través de las miradas de tres personas que –ficción mediante– habrían habitado la cotidianeidad de las poetas, con sus secretos, intimidades y hasta berrinches. Carmen (Lidia Catalano), es la nodriza de Alfonsina; Ana (Miriam Martino) es la empleada de Idea; y Livia (Stella Matute) la asistente de Alejandra. Las tres actrices despliegan sus excelentes interpretaciones acunadas con la exquisita música de la honda guitarrista, compositora y cantante Mirta Álvarez.
Emiliano Samar, el director de este espectáculo, ha conducido con mano maestra todas y cada una de las piezas de este montaje. Porque, y valga el juego de palabras, la puesta de Samar es una apuesta a la belleza. La economía de recursos jamás roza el minimalismo. Las actuaciones conmueven cuando expresan dolores, emocionan cuando cantan y desbordan sensualidad cuando se entregan al jolgorio.
La decisión de “derribar la cuarta pared” fue innecesaria porque esa “pared” nunca se edificó. Cuando el público accede al foyer, Mirta Álvarez está sentada acariciando las teclas de un piano vertical que está ornado con un mantón tejido al crochet por magas manos de madre y un jarrón con flores que evocan otros territorios astrales. Las actrices ingresarán por el mismo camino que el resto de los presentes y se presentarán con sus nombres propios. De ahí en más en un mismo espacio compartido aparecerán relatos y representaciones.
Hay un lugar en común para las tres y ese terreno “oniroide”, parece ser el discreto sitio dónde las nueve musas convidan a las actrices a navegar por las palabras de Alfonsina, Idea y Alejandra. La escenografía de Carlos Di Pasquo, el diseño de luces de Carlo Argento y el vestuario de Sandra Ligabue son sostenes de esta particular estructura dramática con oximorónica mixtura de suavidad y contundencia.
–¡Alejandra… te extraño! –Clama Livia al borde del aullido. –Escribe tan bello, señora. Tan bello... –murmura Ana que confiesa haber leído por primera vez a Idea. –Alfonsina… eso a Dios no se le hace. –Suplica Carmen ante lo inexorable. Insisto: me comprenden las generales de la ley, pero en mi defensa acudo a Kant y sostengo que hay una belleza universal. Una belleza que resiste la rigurosa mirada geométrica y sus derivas desde que parece ser fruto de un máximo ingenio producto de un algo incausado. Una belleza que suele habitar en la música y la poesía. Una belleza que hasta puede ser sublime cuando la roza la muerte. Una belleza que hallé en “BÁJAME LA LÁMPARA Concierto de palabras” de Francisco Pesqueira.
Fernando Musante
Ficha técnico artística
Autor:
Francisco Pesqueira
Actúan: Lidia Catalano, Miriam Martino, Stella Matute
Guitarra y voz en vivo: Mirta Alvarez
Escenografía: Carlos Di Pasquo
Diseño de luces: Carlo Argento
Vestuario: Sandra Ligabue
Asistencia de dirección: Mabel Rosati
Producción ejecutiva: Andrea Widerker
Dirección y puesta en escena: Emiliano Samar
ESPACIO IFT
Boulogne Sur Mer 549 - Capital Federal
Teléfonos: 4962-9420 / 4961-9562
Entrada: $250,00 / Estudiantes, jubilados y grupos (10 o +): $125,00
Sábado - 19:00 hs