“Hay almas que en ciertos
momentos
se matarían a causa de una mínima contradicción,
y para eso no es imprescindible estar
loco,
loco diagnosticado y catalogado;
por el contrario alcanza con tener una buna salud
y contar con la razón de su lado.”
(Antonin Artaud)
La tan amada
Alejandra Pizarnik se suicidó en setiembre de 1972. Un año antes escribió el
larguísimo y doloroso poema “Sala de psicopatología”.
Allí, en forma
descarnada, dice:
[…] y como soy tan inteligente que ya no sirvo
para nada, / y como he soñado tanto que ya no soy de este mundo, / aquí estoy,
entre las inocentes almas de la sala 18, / persuadiéndome día a día / de que la
sala, las almas puras y yo tenemos sentido, tenemos destino […]
¿No es acaso esa
frase –por elegir una del largo poema- un dramático pedido de ayuda? ¿un
alarido desesperado anunciando la tragedia?
Siempre es una ardua
tarea emocional sumergirse en el mundo de Pizarnik. Para una actriz encarnar
sus dolores siempre es un riesgo. Y el riesgo es doble o triple o infinito
cuando desde el arte independiente se decide, además, mezclar lenguajes
artísticos. Todos esos riesgos corrió el equipo de “El lugar de la cita” al
encarar el corto que se estrenó el sábado 1 de octubre en el Tadrón
Teatro. Arriesgaron, sí. Y ganaron. Sin dudas.
“El lugar de la cita” es una idea de María Viau y Silvina Macri, que fue madurada durante muchos años. Y ellas también son las responsables de transitar la intensa y lograda tarea de llevar adelante el proyecto de filmar un corto cinematográfico haciendo una relectura del poema “Sala de Psicopatología”, de la gran Alejandra, con María poniéndole el cuerpo.
Sumaron a un gran
equipo artístico-técnico y el resultado es admirable. La música de Rony Keselman es un personaje más que dialoga con la protagonista. María Viau despliega su
talento, hace gala de su sensibilidad y se apropia del poema, lo agujerea y
pasea por los agujeros, lo apuñala y se apuñala, teje la trama y se acuna en ella; desde la pantalla implora el auxilio del público,
recurre a él solicitando amparo y protección. Lanza -como lo hizo Alejandra en su momento- un alarido infinito que cruza tiempos y espacios. Imposible ayudarla desde la
platea. Tal vez ese fue el mayor desafío: construir una gran metáfora de aquella
sociedad que no pudo ayudar a la poeta y que casi nunca ayuda a las almas más sensibles y más vulnerables. Desafío alcanzado.
Octubre, 2022
FICHA ARTÍSTICO-TÉCNICA:
Idea Original: Silvina Macri, María Viau
Guión: Antonella Defranza
Peinados y maquillaje: Cholu Dimola
Editora: Antonella Defranza
Post Producción De Sonido: Franco Marenco
Música original: Rony Keselman
Sonido Directo: Franco Marenco
Subtítulos: Rocío Molina Biasone
Fotografía: Silvina Macri
Asistencia De Arte: Florencia Mattos
Diseño gráfico: Lucas Brera
Asistencia De Producción: Emilio Zinerón
Asistencia de dirección: Florencia Mattos
Prensa: Carolina Alfonso
Producción general: Silvina Macri
Dirección Audiovisual: Belén Paladino
Dirección de actores: Andrés Binetti
Cámara y dirección de fotografía: Brenda Rosales
Dirección general: Antonella Defranza
Duración: 20 minutos