miércoles, 25 de junio de 2008

SEGUNDO CIELO

“EL DOLOR COMO UN MUSGO APODERADO DE LOS SUEÑOS Y DEL CORAZÓN”
por Hugo Manuel Correa

El dolor que padece el alma de una persona, podría decirse que es la distancia sideral existente entre el ideal, o la imagen fuerte de lo que se desea, y no sólo lo distinto que es la realidad que te toca enfrentar, sino que además ese dolor ha sido consecuencia del propio accionar errático y el derrotero que se supo construir.En Segundo Cielo el dolor es el que atraviesa ELSA, quien -con gotas de angustia, tristeza, y de una sutil locura-, ingresa en el oscuro laberinto de su pasado donde el encantamiento por su amado, y la devoción por su profesión de actriz fueron el motivo de sus días luminososos.

HISTORIA
Utilizando en el trazo grueso del relato la tecnica del flashback, la historia sitúa a ELSA (el ancla donde se centra la obra) en una historia tridimensional: por una lado la protagonista mira con cercana distancia a ERDOSAIN quien fue motivo de su amor, al tiempo que EL le habla de su éxito familiar y professional que incluye el escrito de obras de teatro, como aquella que Elsa dejo inconclusa y que hoy tanto la mortifica.

DRAMATURGIA
La dramaturgia (Maria Rosa Pfeiffer ) apostó por hacer ingresar en su suerte de sueño onírico a Elsa, quien se encuentra con su amor, Erdosain. En la pequeña habitación conviven Saverio (hijo de Ersodain –Pablo De Nito- luciéndose con sus transiciones) quien pendula entre ser el histriónico hijo, y el protagonista de la obra. Iris, es la esposa de su ex amor, y ademas allí está el Padre de Elsa, quien ya fallecido también dice presente para potenciar la confunsión y el peso de la conciencia de Elsa atribulada por tanto dolor.

DIRECCION
La Direccion (Manuel Vicente) elige el constante movimiento en el escueto escenario, apuesta por las inflexiones en la voz, y el equilibrio en las presencias actorales tanto corporal como discursiva. Las interacciones de los demás compañeros de ruta de Elsa son logradas, ya que son concientes del “lapsus” emocional de Elsa, y reflejan la distancia existente entre sus realidades y la de Ella.Elsa, se sitúa con esa “realidad” que la golpea y que transita desde esa amarga miel que se desprende en cada contacto con Erdosain, el aturdimiento por la presencia de su padre, el pavor ante el hostigamiento de Saverio, y el desdén con el que la trata Iris.

PUESTA
La puesta es efectiva, pues sólo apostó por pocos elementos (una mesa, y dos pequeñas repisas ), y una gran ventanal que fue motivo de un “gran problema” doméstico que tuvo Erdosain, un hecho que como una suerte de metáfora evoca el motivo de la distancia “real” de su vida, con la “ideal” de Elsa y su mundo onírico.La música sólo dice presente cuando ELSA lleva sus manos a la cabeza, alli su cuerpo parece irse del lugar, como tratando de asimilar el cúmulo de información que se abate sobre Segundo a Segundo sobre su vida y que tanto le cuesta asimilar.

ACTUACION
El punto fuerte de la obra es Elsa (Stella Matute), quien compone brillantemente un personaje profundo, sensible, querible, que viaja y te lleva de la mano en sus distintos estados de angustia, de esquiva sonrisa, de sumisa y dócil textura desde su mirar adolescente, hasta el de una mujer aturdida por este presente tan lejano, tan denso, tan sin ella.Una actuación soberbia que encuentra en la reflexión final que realiza en su propia habitación que la cobija en su encierro, el por qué de ese vivir tan de ensueño -sueño lejano-, ese SEGUNDO CIELO, el que tanto anheló y que trunco quedó.En el mirar de Elsa está el disparador de la obra, alli se refleja el conflicto y el por qué de su onírica imaginación y de su accionar.-Lo mira a Erdosain como ese amor de ayer, y al instante con incredulidad al verlo junto a Iris, a quien observa con un tinte entre inocente y lejano, o cuando mira con pavor el hostigamiento al que la somete Saverio, o su incredulidad ante la presencia de su Padre.“Yo que decía?”, murmura Elsa en varios pasajes de su obra inconclusa como lo fue tambien su vida sentimental, y que ni siquiera su metafísico viaje onírico logra emanciparla de un pasado que apareció diciendo presente.


Ficha Técnica:
ELSA / Stella Matute
ERDOSAIN / Jorge Nolasco
IRIS / Liliana Weimer
SAVERIO / Pablo De NitoPADRE / Hugo Mouján
Diseño de escenografía y vestuario: Mariana Tirantte.
Música original: Pedro Donnerstag.
Diseño de luces: Javier Casielles. D
iseño en comunicación visual: Juan Pablo Rodríguez.
Asistente de dirección: Romina Oslé.
Dirección General: Manuel Vicente.

En el Teatro del Pueblo; Diagonal Roque Saenz Peña 943; los sábados a las 21.

lunes, 21 de abril de 2008

Segundo Cielo

SEGUNDO CIELO
de María Rosa Pfeiffer
Un espectáculo de Manuel Vicente.
Sábados 21 hs.
Teatro del Pueblo - Diagonal R. S. Peña 943


Ficha Técnica:
ELSA / Stella Matute
ERDOSAIN / Jorge Nolasco
IRIS / Liliana Weimer
SAVERIO / Pablo De Nito
PADRE / Hugo Mouján

Diseño de escenografía y vestuario: Mariana Tirantte. Música original: Pedro Donnerstag. Diseño de luces: Javier Casielles. Diseño en comunicación visual: Juan Pablo Rodríguez.

Asistente de dirección: Romina Oslé.

Dirección General: Manuel Vicente.


Comentario: SEGUNDO CIELO

Dios es inconsciente.
J. Lacan

Casi toda la literatura sagrada ubica al segundo cielo como “la morada de los ángeles”. El Padrenuestro dice: “Padre Nuestro que estas en los cielos”, y la Biblia –casi en su totalidad– se refiere al cielo en plural. Si Dios habita el tercer cielo (o uno aún superior) va de suyo que hay, por lo menos, un primero y un segundo. Se supone que el primer cielo es el visible, al que se tiene acceso –mediante la vista– o sea que ese primer cielo (la atmósfera) es parte de la realidad (según Platón, “el mundo sensible”). El segundo es un estado intermedio en el que habría compartimentos superiores e inferiores según la jerarquía angélica. Hay cartas de San Pablo que así lo explicitan.
Bien, en la inteligencia que la ciencia no es fe, podríamos decir que el psicoanálisis ha ido evolucionando y ha tratado de hallar, en la complejidad metafórica, explicaciones racionales para estos estadios del alma. Convengamos en dar a esta definición tan sujeta a discusiones (alma) la que le daban los antiguos griegos, es decir: no pensemos en el alma como algo definitivamente etéreo, sino como el estado más sutil de la materia. Y, en tal caso, como lo hacen los modernos científicos echemos la luz posible sobre lo desconocido y convengamos que es eso que llamamos “conjuntos vacíos” o “agujeros negros”.
Nadie ha podido responder a la pregunta: “¿Qué quiere una mujer?”, quizá los seguidores de Freud con definiciones tales como “continente oscuro”, “enigma sangroso”, etc. también hayan tratado de nombrar lo inexplicable. Lo cierto es que vigilia o pesadilla, espacio donde se pesa el alma o limbo, el segundo cielo de esta Elsa (que andá a saber si se llama Elsa), una mujer que toma conciencia de haber sido “dejada” una vez más, se parece mucho a un vestíbulo del infierno. Los personajes del mundo de Arlt (propios del existencialismo de la época en que la anarquía oscilaba entre el ateísmo, el agnosticismo y las más extravagantes creencias esotéricas) reciben a una mujer que se presenta como un “juguete del destino” ante su “amor imposible”, “la otra”, “el otro”, “lo que no fue”.
La llegada de Elsa a éste, su propio territorio inalcanzable, puede entenderse como un prolegómeno de la muerte. Quizá sí, quizá no.
Lo más accesible a nuestra estructura intelectual, puede ser pensar que ese territorio donde los opuestos coexisten sin contradicción, donde el tiempo se ordena con lógica propia y donde el espacio no tiene fronteras, es: “nada”.
Pienso que con Segundo Cielo, de María Rosa Pfeiffer, Manuel Vicente ha tenido el coraje de sumergirse en esta búsqueda, ha apostado a la economía de recursos (no confundir con “minimalismo”) y ha dejado en claro que no hay certezas, lo que no significa que él no tenga sus propias convicciones. Este tipo de apuestas estéticas, entiendo que sólo pueden sostenerse cuando un colectivo de personas se enrola en la ética del trabajo.
Una pieza, en suma, que a la pregunta: “¿Qué quiere una mujer?” se atreve a contestarle: “no sé”.

Fernando Musante

miércoles, 9 de abril de 2008

Paisaje interno, paisaje externo - Muestra Plástica

"Desde hace años escribo y pinto mis sueños. Busco comprender esas narraciones nocturnas, su lenguaje, su misterio. Encuentro secuencias de historias que se continúan, como sagas, y habitan un tiempo antiguo. Los sueños son mis maestros, traen mensajes de una voz sabia, lúcida, poderosa. Escucho lo que puedo. Escribo y pinto para escuchar, para ver, para entender. Las pinturas reflejan esta búsqueda y también el encuentro con el norte, un lugar que atravesó mi vida como un vertiginoso viento. Un viento que trae el conocimiento de la tierra y de la piedra, que habla con la misma voz mensajera de los sueños."
Celia Güichal

Paisaje interno, paisaje externo

Inauguración: 19 de abril, 19 hs.
en El Conventillo Verde
Magallanes 890, Circuito Turístico Caminito, La Boca.
Abierto de miércoles a domingo de 12 a 18hs.
Del sábado 19 de abril al domingo 11 de mayo de 2008

La autora: Celia Guichal nació en Bahía Blanca en 1973 y desde 1992 reside en Buenos Aires. Ha participado de los talleres de pintura de Rodolfo López Martínez, Cristina Coroleu y Juan Doffo. Es Licenciada en Comunicación y profesora de Taller de escritura en la UBA y en la Universidad Nacional de Quilmes. En 2004 publicó "Viaje a la escritura", ensayo literario sobre la experiencia de escritura como viaje. Desde hace unos años está trabajando en un nuevo libro: "El cuaderno de los sueños", con relatos, ensayos y pinturas propias sobre los sueños.

lunes, 7 de abril de 2008

Gracias por volar conmigo - Fernando Peña

Gracias por volar conmigo es la unión de las dos vidas de Fernando Peña el teatro y su época como tripulante de cabina. Fernando voló durante 12 años en Eastern Airlines y American Airlines y muestra con mucho humor todos los aspectos de la vida en el aire pasando por pasajeros, tripulantes, pilotos, maletas, emergencias, comidas de abordo, aeropuertos, esperas, hoteles, affaire de alto vuelo, sexo, etc.. Con Milagros López como estrella de este espectáculo, Fernando pasa revista de este mundo fascinante e intrigante del mundo de la aviación, según Fernando Peña.."todos en algún momento de nuestras vidas quisimos trabajar en una línea aérea...es una materia pendiente en la vida de muchas personas...".Fernando escribió estos monólogos observando que cuando estaba en sobremesas con amigos, todos en algún momento le pedían que contara anécdotas de vuelo y al contarlas lograba que todos quedaran pasmados con sus historias, esto provoco que plasmara estas anécdotas variopintas en el escenario. Según Peña es su única obra en la cual se despojo de todo dramatismo lanzándose de lleno a la comedia.

Ficha técnico artística


Chacabuco 875 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4300 8817 / 4307 0066
Entrada: $ 30,00 - Domingo - 19:00 hs Entrada: $ 30,00 - Viernes - 21:00 hs



A las 19.20 se apagaron las luces de la sala. Cuando volvieron a encenderse eran casi las 22.30. Tres horas había durado ese viaje en el que Fernando Peña nos había convertido arbitrariamente en tripulación y pasajeros de un disparatado, histriónico y fascinante vuelo. Dentro de ese avión imaginario compartimos aventuras y emociones con la entrañable Milagros López. Con Lidia, Estela, Graciela y Cristina conocimos los diferentes "tipos" de azafata que a uno puede tocarle en suerte. Con Roberto, al pintoresco comisario de abordo. Y, finalmente, con "Tripulín" nos enteramos crudamente de las anécdotas, confesiones, sueños, aterrizajes forzosos que pasajeros, tripulantes, pilotos, protagonizan cuando suben a un avión.

Peña despliega toda su capacidad expresiva y, con descarnada sinceridad (que lo caracteriza, por cierto), entabla con el público una relación que por momentos cae en la más absoluta complicidad.

A uno no le queda otra que agradecerle "dejarnos volar con él".