viernes, 19 de mayo de 2017

GANGSTER, o ¿cuántos son los secretos familiares?



¿Cuántos secretos hay en una familia? ¿Cuántos de esos secretos son sostenidos por mujeres que miran para otro lado cuando de saber la verdad sobre los amores esenciales se trata la cosa? La mafia del cine y la televisión está llena de mujeres que no se enteran que son esposas y/o hijas de mafiosos o asesinos. Desde “El Padrino” a “Breaking Bad”, pasando por “The Fall” o “A good marriage” (una mala adeptación, por cierto de “Todo oscuro, sin estrellas” de Stephen King).

Gangster, la intensa y divertida comedia de Daniel Dalmaroni, se mete con ese tema. La obra comienza cuando una esposa se entera, después de 20 años de casada, que su marido no es un oficinista común sino un mafioso que mata gente para defender los intereses de su jefe. Eso sí: sin violencia. Que todo siempre parezca un accidente. La mujer no puede creer lo que oye. Pero no se va, no huye,  ni se le pasa por la cabeza denunciar a su marido. Entonces uno se pregunta: ¿No puede creer lo que oye? ¿Cuánto de la realidad de su marido ha ido ocultando a lo largo del tiempo en preguntas no hechas?, también podría preguntarse el espectador que va convirtiéndose en testigo cómplice con el correr del espectáculo. Porque las mentiras, ocultamientos y develaciones no terminan allí. Allí, justamente, comienzan. Y esa esposa abnegada e ignorante de lo que pasaba a su alrededor va descubriendo muchos más secretos familiares como quien quita capas a una cebolla. Pero no llora. Más bien decide hacerse cargo. ¡Y cómo!


En una especie de Breaking Bad ligero y teatral, con esta obra Dalmaroni navega cómodo en las honduras de la mentira, la violencia y el poder, para poder nadar también en las cristalinas aguas del humor. Su dramaturgia es impecable. “Redondita”, como suele decirse en la jerga teatral. No debería sorprendernos ya que su producción es bien fructífera y todos los espectáculos de su autoría reciben desde hace tiempo buenas críticas y grandes reconocimientos.

La dirección de Sebastián Bauzá es acertada en una sala trifrontal que ofrece dificultades varias a la hora de tomar decisiones de puesta. La escenografía y el vestuario recrean los años 60 y aportan mucho a la distención imprescindible para poder “soportar” lo sórdido del tema. También se agradece mucho el sonido de esa época en ritmo de “la nueva ola italiana”: Rita Pavone y Doménico Modugno.

Los cuatro protagonistas salen más que airosos de un trabajo bien difícil que es el de mantener la doble moral de ser “una buena persona” y un mafioso. Esa dualidad es alcanzada hasta en lo idiomático, cosa que además de divertir enaltece a los intérpretes.


No se la pierdan. Se van a reír mucho. Y, si son responsables, se van a quedar pensando.

S.M y F.M.

Ficha técnico artística:
Autoría: Daniel Dalmaroni
Actúan: Mariano Bicain, Agustín Frágola, Leonardo Prestia, Karina Roldán
Vestuario: Cecilia Carini
Diseño de escenografía: Marcelo Salvioli
Asistencia de dirección: Antonia Ruggeri
Prensa: Tehagolaprensa
Producción ejecutiva: Ernesto Warnes
Dirección: Sebastián Bauzá

TEATRO DEL PUEBLO
Av Roque Sáenz Peña 943
Reservas: 4326-3606
Entrada: $ 200,00 / $ 170,00 - Sábado - 22:00 hs - Hasta el 24/06/2017