“¡¿Qué miran?! ¡¡¿¿Qué
miran??!!”, grita la mujer rota que desde el escenario intenta zurcir los
retazos de su vida devastada por la tragedia. Y sí… me pregunté sintiéndome
interpelada… ¿qué miramos cuando miramos una vida destrozada por una catástrofe
que cruza los límites de lo familiar para convertirse en social? ¿qué vemos
ahí?
Una madre, un hijo, una
mujer que habiendo sido asesinada ha dejado sin vida a la madre, al hijo y a
quien se asome a ese dolor que es colectivo.
“¿Lloró?”, se pregunta la
madre. “Por qué si no lloró no quiero la vida”, concluye –palabra más palabra menos-.
Y sí… si no lloró la vida toda no tiene sentido.
“Rota” nos rompe. Porque
es necesario romperse cuando de la historia de una vida rota se trata. Una vida
rota que es muchas vidas rotas.
Natalia Villamil con su
texto nos interna en el más oscuro laberinto: el de un alma desesperada a la
que en un solo hecho, una sola madrugada, queda escindida en tres dolores que es un
solo dolor monumental, mayúsculo y monstruoso. De una sola vez, en un solo
cuerpo y para siempre. A partir de ahí, esa mujer, ese alma, se propone saber y
entender para poder seguir. Para poder vivir.
Raquel Ameri es, sin dudas, la actriz exacta para ponerle el cuerpo -¿encarnar?- a esa mujer lapidada por la vida de su hijo que es la suya. Con una potencia demoledora va del dolor a la ira, de la cólera a la compasión, desde un minimalismo expresivo que interpela y conmueve. Que expulsa y convoca.
Mariano Stolkiner eligió
el acertadísimo camino del distanciamiento escénico y la prolijidad extrema para
mantener al espectador sentadito en la punta de la butaca, condenado a la
incomodidad colectiva que provoca un
crimen social que deberíamos haber evitado.
No vuela una mosca en esa platea y la ovación del final es, de alguna
manera, un alarido reclamando un poco de consuelo a esa madre que rota, sigue
caminando sin dejar de preguntarse en qué momento las decisiones de los hijos
ya no son responsabilidad de las madres. Y a la vez, cuáles son los bordes de
su responsabilidad por esa decisión que rompió todo, en una sola madrugada.
Verla es imprescindible.
FICHA ARTÍSTICO-TÉCNICA:
Autora: Natalia Villamil
Actriz: Raquel Ameri
Vestuario y diseño de escenografía: Magali Acha
Diseño de luces: Julio Lopez
Diseño sonoro: Rafael Sucheras
Música original: Rafael Sucheras
Fotografía: Guido Piotrkowski
Diseño gráfico: Gonzalo Martínez
Asistencia de dirección: Eleonora Di Bello
Prensa: Duche&Zarate
Producción ejecutiva: Eleonora Di Bello
Producción general: El Balcón De Meursault
Dirección: Mariano Stolkiner
PASEO LA PLAZA - Sala Pablo Picasso
Av Corrientes 1660 - Teléfonos: 6320-5350
Martes de febrero, 20.30 hs.