Volver a ser
espectadora después de un año de aislamiento y pandemia no era un detalle
menor. Para quienes enfrentamos este tiempo con responsabilidad, salir hacia un
hecho social, ya es mucho. Todo inquieta. Y sentarse en una sala teatral con
barbijo puesto, después de haber sido testeada en temperatura y a dos metros de
distancia del siguiente espectador, propone un estado verdaderamente especial.
De verdad deseaba que lo que iba a ver me conmoviera –siempre lo deseo, pero en
este tiempo todo se dimensiona-, lo que no esperaba era que me modificara tanto.
Y sin duda, “Othelo –termina mal-“ modifica.
En realidad,
ya el título debió habérmelo advertído.
¡Esto es Shakespeare!, aclaran de entrada los cuatro magos del escenario. Y para afirmarlo ponen al gran William –cual omnipresente testigo- para que los observe desde un costado de la acción. ¡No es clown, no señores!, vuelven a aclarar y no se ponen nunca la nariz roja. Y desde esa aclaración casi constante ofrecen Othelo y también –por si fuera poco- aclaran de entrada que “termina mal”. Por lo tanto, nos anuncian que no habrá sorpresa. Que todo lo que pase allí ya lo sabemos. ¡Ja! Gran engaño. Porque el público no tiene idea de lo que va a ver…
La historia del admirado autor inglés ha sido amasada en la
talentosa procesadora de Gabriel Chame Buendia y mezclada con una apabullante
dosis de imaginación, otra de sorpresa, una más grande de ingenio y otra –inmensa-
de riesgo. Vertió esa mezcla en los cuatro de los mejores “moldes” con que un
hacedor pueda contar y el resultado es un Othelo desopilante horneado a fuego
lento en la llama única del talento colosal.
Tres actores y una actriz para un Otelo completo. Ahí están Yago, Desdémona, su padre, Rodrigo, Casio, Ludovico, Emilia, Brabancio y –claro- Otelo siendo fieles e infieles al mismo tiempo a la mítica obra shakespeariana. Respetándola a rajatabla pero acercándola desfachatadamente a nuestros días, a nuestro lenguaje, a nuestro cotidiano. Con humor desopilante, con desparpajo, con soltura, y con trabajo. Mucho trabajo. Traspirando la camiseta como obreros de la escena. Convirtiendo cajas en tronos, mesas en palacios, telas en mares y sábanas, cuerpos en instrumentos inefables de la narración.
¿Teatro
físico? Si. Y del muy bueno. Pero hay más. ¿Clown? Sí, y del mejor. Pero hay más.
¿Buenas voces? Si, pero hay más. ¿Buen manejo del escenario? Sí, pero hay más.
¿Interacción descomunal con el público? Sí, pero hay más. Hay más.
Hay
comunión. Hay ceremonia. Hay ofrenda. Hay actualidad feroz en ese texto milenario traído a
interpelarnos hoy.
Matias Bassi, Elvira Gómez, Gabriel Beck y Martín López Carzolio son los desaforados e imprescindibles creadores con los que Gabriel Chame Buendía cuenta para que su vuelo de dramaturgia y dirección sea alto y luminoso. Los cuatro alcanzan climax a lo largo de los 110 minutos que dura el espectáculo y que pasan volando.
El público
ríe ríe y ríe con los juegos y recursos de estos cuatro artistas que se sacan
chispas en un duelo de talentos pocas veces visto en la escena porteña. Y a la
vez, puedo asegurar, que el público teatral nunca antes quedó tan mudo cuando esta
tragedia se desenlaza. Otro gran hallazgo de Chame Buendia.
Othelo, tantas veces vista, esta vez es la mejor excusa posible para hablar de la condición humana actual, de la mentira, la verdad, la justicia, las conspiraciones y, sobre todo, la violencia y el femicidio.
Volver a ser espectadora después de ¿un año? ¿un siglo? ¿un milenio? de aislamiento y pandemia no era un detalle menor. Un acierto de mi parte haber elegido este espectáculo para volver a serlo. Hasta el tapabocas deja de molestar por tanta entrega que llega desde el escenario del Caras y Caretas. Y sí, salí de la sala absolutamente modificada.
No se lo pierdan.
FICHA TÉCNICO-ARTÍSTICA:
Autor: William Shakespeare
Adaptación: Gabriel Chame Buendia
Actores: Matías Bassi, Gabriel Beck, Elvira Gomez, Martín López Carzolio
Vestuario: Gabriel Chame Buendia
Escenografía y Diseño de luces: Jorge Pastorino
Diseño sonoro: Sebastián Furman
Redes Sociales: Juan Gabriel Yacar
Fotografía: Gianni Mestichelli
Diseño gráfico: Matías Bassi, Agostina Bruzzone
Asistencia de escenario: Paula Cecilia Ceresole
Asistencia de escenografía: Cecilia Stanovnik
Asistencia De Producción: Micaela Fariña
Asistencia técnica: Ariel Dabbah
Asistencia de dirección: Justina Grande
Prensa: Marcos Mutuverría
Producción ejecutiva: Juan Gabriel Yacar
Producción: Buendia Theatre
Dirección: Gabriel Chame Buendia
CARAS Y CARETAS 2037 - Sarmiento 2037 - CABA
Viernes - 20:00 hs - Hasta el 26/03/2021
Duración: 110 minutos
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