viernes, 5 de abril de 2019

"Lo torcidito" o la importancia de Ser

"Eva se enfrenta al que dirán
firme al timón como buen capitán..."
(Silvio Rodriguez)

Los ladrillos se han fabricado para ser usados en la construcción de muros, paredes y pilares. La mayoría de las veces los muros, las paredes y los pilares se construyen para dividir y limitar aunque muchas otras también son para sostener y aguantar.

En “Lo torcidito”, la obra de Diego Parra que dirige con sensible maestría la multifacética Cristina Merelli, los ladrillos son la excusa para hablar más bien de una deconstrucción que de una construcción. Y en forma paradójica para contarnos una historia en la que la protagonista deja de sostener y, sobre todo, de aguantar.

En el escenario está Eva, “la bíblica, no la política” se apresura a aclarar. Eva. Que ha elegido ese nombre a escondidas de su madre, y a escondidas del mundo todo, pero que quiere decirlo, gritarlo y aullarlo en el dolor profundo de parirse a si misma. Ella, justamente, que no puede parir.

"Lo torcidito" habla de mandatos y elecciones. De silencios y sufrimientos.  De construcciones y deconstrucciones. De luces y sombras. De compañias y soledades. Pero por sobre todas las cosas habla de una persona que necesita afirmarse en forma definitiva en su Ser. En el Ser que elige para construirse feliz. En el Ser que siente desde siempre que ES, aunque su biología diga otra cosa.

En la función que brindaron en el espacio "Bajo la higuera" de la ciudad de Buenos Aires, Eva y sus ladrillos no tuvieron tregua ninguna bajo la luz del sol de mediodía. Eva parecía derretirse mientras nos concedía el privilegio de asomarnos a su valentía. Y parecía que ese derretirse bajo el sol convertía su relato en ceremonia, en celebración de revelaciones. Aunque seguramente en cada espacio donde lo ofrezca encontrará ese destino.

Haciéndose cargo de su tesón, por momentos es el autor de la obra quien desde el escenario le habla a una platea que recibe su historia con emoción muda. No se sabe quién de les dos pide un abrazo promediando el devenir. Pero dan ganas de abrazarle para siempre.

La ficha técnica del espectáculo dice que el autor de la obra es Diego Parra y que la actriz que interpreta es Eva Parra. Y Eva se llama el personaje que interpela con su valentía diciendo: "Esto no se trata de maquillaje, ropa ni cirugías. Esto se trata de algo que está aquí y es inalterable". Lo asegura tocándose el pecho. Tal vez sea por eso que en la platea espectadoras y espectadores quedamos sumergidos en un mar de brutal honestidad.

Si se enteran de que en algún lugar cercano la están ofreciendo -puede ser en cualquier sitio porque andan de gira-, no se la pierdan. Uno se siente mejor persona después de haber visto y escuchado a Eva Parra encarnar el texto y exhibir el alma de Diego Parra.


FICHA TÉCNICA:
Autor: Diego Parra
Actriz: Eva Parra
Luces: Juan Carlos Sarapura
Asistencia: Telma Jerez
Dirección: Cristina Merelli
El encendedor rosa -Teatro
Stella Matute