lunes, 22 de junio de 2020

LA TORTUGA

Escrita y dirigida por Marcelo Allasino
Interpretada por Matilde Campilongo


"No sé bien qué quiero decir, pero quiero decir algo", dije pidiendo la palabra. Y balbucée conmovida lo mucho que me había gustado el trabajo, perdiéndome en reflexiones de estos tiempos.
En este momento me pasa algo parecido... "no sé bien qué quiero escribir pero quiero escribir algo" pienso, y doy vueltas y vueltas porque todo es nuevo.
Hace un par de noches viví la experiencia de ver "La tortuga" por el streaming de www.teatrouaifai.com y todo fue inaugural.
No es teatro, no es cine, no es televisión. Y digo esto no en desmedro del espectáculo sino todo lo contrario. Matilde Campilongo, la intérprete, y Marcelo Allasino, el autor y director, se metieron en mi casa, en la intimidad de mi habitación y desde un lenguaje nuevo me propusieron una iniciación como espectadora. Vibré, me emocioné, me sentí interpelada. Todo en la soledad del confinamiento al que estamos obligados y sentada en mi cama tomándome una copa de vino.
La obra cuenta la historia de una mujer de más de 50 años que ha perdido su aparato reproductor a causa de un cáncer. Y desde las sensaciones de ese hecho traumático va repasando su vida toda. La excusa es una videollamada con una compañera de secundaria a la que no ve desde aquel entonces.
La historia es muy buena y cuenta con una actriz extraordinaria para darle carnadura. Y la forma en que la cuentan desde este nuevo lenguaje la potencia. Sucede. Algo del terreno del teatro, la televisión y el cine juntos, sucede. Sucede la emoción, sucede la conmoción, sucede algo parecido a esa vibración que sentimos en la platea cuando vemos buen teatro. Y digo parecido porque no es en una platea de teatro sino en la comodidad -o incomodidad- de nuestras casas.
Cuando la función, de exactos y agradecidos cuarenta y cinco minutos, termina, te invitan a una reunión de zoom para reflexionar al respecto y eso, sin dudas, completa la experiencia inaugural de la que hablé al comienzo. Durante ese encuentro cibernético te ves con las y los espectadores, cada cual en sus casas, sus hijos que entran a pedir atención, las mascotas que buscan mimos, las bibliotecas de fondo, la cotidianeidad misma...
Todo ayuda a que la experiencia sea sumamente enriquecedora.
Por último, una reflexión sobre el texto. Desde una anécdota puntual, Marcelo Allasino se mete con todos nuestros dolores. Los de las mujeres, digo. Hay algo de todas nosotras inundando esa historia, bordeando en los males del patriarcado, de la violencia, de las postergaciones, de las injusticias, y librando hacia la tangente todo el universo femenino. Y Matilde Campilongo es su personaje y es todas nosotras. Y ella misma. Al mismo tiempo.
"La tortuga" nos propone -nos exige- repensar muchas cosas. Desde la forma de "hacer teatro en cuarentena" hasta el modo de deconstruirnos para volver a construirnos en temas esenciales.
Ingresen a www.teatrouaifai.com y reserven su entrada para la próxima función. No se van a arrepentir.

Stella Matute