"Los dueños de la tierra" es uno de esos espectáculos que confirman la potencia del teatro como espacio de memoria, de emoción, de denuncia y de belleza. Desde el primer momento, la puesta en escena cuenta con una poética que envuelve al público en una atmósfera de intensidad y compromiso que interpela y conmueve. La obra es una adaptación de Marcelo Nacci sobre la novela homónima de David Viñas que se publicó en 1958 y relata los hechos de lo que la historia argentina conoce como "la patagonia rebelde". Pero el espectáculo no se trata solamente de un relato histórico: es la evocación de voces silenciadas que regresan para reclamar su lugar en el presente.
El texto es sólido. Con un lenguaje cuidado y poderoso, rescata la historia de una tierra arrebatada a sus verdaderos dueños, y lo hace con un pulso narrativo que nunca decae. Allí donde la palabra se vuelve memoria, se levanta también el gesto, la mirada y la corporalidad de los intérpretes, que defienden con honestidad personajes de carne y hueso: los que cargan la marca de la injusticia, el dolor y la resistencia -Tomás Castaño, Verónica Cognioul Hanicq, Matías Garnica-, y los tiranos que imponen el abuso y la violencia -Jorge Prado y Rafael Walger-.
La dirección -también de Nacci- logra un equilibrio notable entre la crudeza de los hechos y la delicadeza artística. Los rubros técnicos -vestuario, espacio escénico, diseño de luces, música original- acompañan con discreción, talento y eficacia sosteniendo con precisión el ritmo del relato. La tensión está siempre presente, pero al mismo tiempo se habilita un espacio de reflexión, de silencio y de emoción compartida. La puesta da luz a un tramo de la historia que, por doloroso, uno suele querer enterrar en el olvido. Y sin embargo, aquel texto escrito a fines de la década del ´50 late como si hubiera sido concebido ayer. El ritmo atrapante no concede respiro y deja en el espectador la marca de una vigencia inquietante.
"Los dueños de la tierra" es un espectáculo imprescindible. Porque el teatro, además de arte, puede ser memoria activa. Y porque seguramente cada función que este equipo ofrezca recordará que la verdad, la justicia y la esperanza también se disputan sobre el escenario.
QUIÉNES LO HACEN:
Adaptación: Marcelo Nacci
Actúan: Tomás Castaño, Verónica Cognioul Hanicq, Matías
Garnica, Jorge Prado, Rafael Walger
Vestuario Y escenografía: Alejandro Mateo
Iluminación: Soledad Ianni
Música original: Alejandro Bordas
Asistencia de dirección: Rocio Escalante
Prensa: Claudina Sánchez
Producción ejecutiva: Carolina Sánchez
Coreografía: German Salvatierra
Dirección: Marcelo Nacci
EL PORTON DE SANCHEZ
Sánchez de Bustamante 1034 - CABA
Domingo - 20:00 hs. - Hasta el 26/10/2025